viernes, 24 de mayo de 2019

Los enternos 3D y los virtuales se encuentran en su madurez

Desde mi humilde posición conocí los entornos 3D y virtuales en 1993; fue en Poitiers, en Futuroscope, en salas con proyecciones tridimensionales, otras en 360 grados y otras en 3D, utilizando muchas pantallas carísimas o bien gafas electrónicas costosas que únicamente grandes empresas podía permitirse.  En los siguientes lustros fuí viajando a parques temáticos Disney donde experimenté con más proyectos parecidos, algunos mejorados.  ¿Los mejores?  en el parque Disney Quest, en Orlando. Recuerdo una carrera en moto usando gafas donde la velocidad y el vértigo de la velocidad eran impresionantemente reales, también interpretando al personaje de Hércules, caminando e interaccionando en un plataformas tridimensional. De los mejorcitos fue el simular a un guerrero medieval porteando un enorme espadón y luchando cuerpo a cuerpo.

Hace unos 4-5 años llegaron las gafas de modo asequible utilizando como motor un smartphone, yo me introduje gracias a Google y sus cardboards. Los juegos eran ridiculamente sencillos pero al menos experimentamos los 360 grados y algo de 3D sin salir de nuestras casas.

Lo siguiente, en mi caso, fue adquierir las gafas PSVR para la Playstation 4. Su resolución gráfica era aceptable, genial para jugar aunque no para disfrutar de la multimedia (las fotos y videos no se visualizan con un mínimo de realidad).

El año pasado llegaron las Oculus Go, ya sin cables. Su potencia de juego era muchísimo más baja que unas PSVR o cualquier otra gafa que usase el motor de un potente PC (Rift, HTC Vive, etc) pero eran fáciles de usar, no hacía falta apagarlas y sin cables. Y a esto le añadimos que para multimedia eran la mejor opción: foto nítidas, videos en 360, 3D y virtuales de bella factura, con muchísimo software y aplicaciones a precios asequibles.

La siguiente evolución ha llegado esta semana: las Oculus Quest. Es gracioso que se llamen igual que los parques de juegos virtuales de Disney, uno en Orlando y otro en Chicago.  Estas Quest unen la portabilidad de las Go y la jubabilidad de las PSVR, todo un acierto.

La calidad de la imagen es superior a las Go, los videos se ven mucho mejor (mejores negros y nitidez) se nota muchísimo en un simple video desde Netflix.  Los videos 3D y 360 también se benefician, y al poseer mayor coprocesador todo se carga más rápido.  Su potencia es mayor, por supuesto sigue estando un escalafón por debajo de unas PSVR, unas Rift, pero el hecho de poder jugar donde sea y que al ponerte las gafas ya estás jugando en 5 segundos...  se hace insuperable.

También tiene puntos negativos. Por ejemplo que los juegos cuestan más del doble que sus semejantes en Oculus Go, espero que vayan saliendo ofertas en los próximos días. Los mandos que utiliza son brutales, los mejores que se pueden obtener, con decenas de botones y crucetas que se adaptan a todos nuestros dedos de la mano, pero se hacen incómodos para ver videos o para aplicaciones más simples. Las Oculus Quest están enfocadas como consola de videojuegos, mucho más que como entretenimiento multimedia (las Oculus Go).

El año que viene saldrán las nuevas PSVR, hasta entonces estas Oculus Quest son las gafas virtuales más recomendadas.

sábado, 4 de mayo de 2019

Insta360 EVO Muy fácil...

En un tamaño diminuto se presenta está camara fotográfica y de video, y en un peso ridículo. Es una cámara de acción standar + cámara 360 + cámara 180 3D. Un tres en uno con tecnología de última generación, prescindiendo de elementos que subirían su precio (pantalla LCD, memoria interna, accesorios, opciones directas desde la cámara, etc) pero sobretodo destaca su facilidad de uso y de procesado de imágenes. 

Para empezar tendríamos que hablar del fabricanta, el cual lleva bastantes años desarrollando proyectos de 360 grados, siendo el autor de las imágenes 360 en que captura Google Street View.  Su punto fuerte está en que todo lo que graba se puede utilizar inmediatamente después, pudiéndolo subir a Youtube o similar o bien pudiendo ser reproducido desde el mismo dispositivo a nuestro smartphone, tablet o Oculus.   Tras un día de pruebas he aqui mi análisis.

Las fotografías son muy buenas, me ha sorprendido especialmente las de 360 y las de 180VR.  En los videos hay que destacar que cuidado en la grabación del 180VR en movimiento, al ser reproducido tenemos el peligro de marearnos en el visionado, mejor hacerlo en secuencias cortos o en estático. En los videos 360 y utilizando el palo selfie de insta360 provoca que por arte de magia el palo no se visualiza durante la reproducción.

La cámara no posee memoria interna, por lo que tenemos que adquirir una microsd "de alta velocidad de acceso", puesto que con las tradicionales salta un mensaje de alerta de velocidad.  Se recarga via cable microUSB, algo bastante curioso estando en 2019, pero que no es problema alguno. Únicamente unos leds nos informa de cómo está la cámara funcionando, dependiendo de su color y el tipo de parpadeo.

La cámara funciona de manera autónoma pulsando simplemente al botón principal, cambiendo sus formas de fotografiar pulsando el segundo botón, o bien abriendo o cerrando sus bisagras para conmutar en 360 y 180VR.

La cámara puede funcionar conectada a un smartphone y así usar su pantalla. Para tomar fotos o video me parece totalmente absurdo,  al tomar vistas tan amplias como 180 o 360 grados es totalmente inecesario enfocar. Eso si, es importante para visualizar las tomas realizadas, poderlas editar, poderlas guardar en el teléfono y a partir de aquí jugar como se desee.

La cámara, finalmente, se puede conectar visa usb a un ordenador, o bien extraer la microsd, y utilizar un software muy del estilo de Lightroom para editar los videos.  Eso si, no es obligatorio traspasar los videos a un software, tal y como salen de la cámara son plenamente operativos y visionables.

El software que utiliza la Oculus Go se hace imprescindible para disfrutar al máximo de los resultados espectaculares de los videos y fotos. Además, en el paquete viene un pequeño accesorio plegable para enganchar a un smartphone en modo de gafas y así poder ver los resultados sin unas gafas 3D. 

Me queda mucho por experimentar, sobretodo efectos bastante resultones de Timeshift, simular que va en un drone y se alegra de nuestros centro, etc.   Por ahora no he encontrado un error o algun handicap mejorable, me parece una cámara ridículamente pequeña para transportar junto con la reflex y plasmar de la mejor manera posible todo aquello que veamos ofreciendo profundidad y realismo. Los detalles técnicos son los siguientes:  apertura F2.2, fotografías con resolución 6080x3040 (18megapíxeles), videos a 5760x2880 a 30fps, videos a 3008x1504 a 100fps, lleva estabilizador giroscópico de 6 ejes.  Hace fotos RAW y HDR, 75 minutos de autonomía.