jueves, 8 de diciembre de 2011

Inmerso en Poniente

Llevo varias semanas enfrascado en la creación/confección de un juego de mesa de especial calibre, de ideas y concepción bien diferentes a lo que estoy habituado. Este juego de mesa no tiene puntos, ni dinero, ni tableros lineales con dados como única fuente de desplazamiento. El juego se basa en completar misiones en un tablero que nosotros mismos lo vamos a ir dibujando y también en complicar a nuestros rivales sus misiones para ser nosotros los primeros en terminarla. Hasta aquí todo puede parecer normal, pero he querido darle un toque de realismo y simulación basándome en el mundo de Westeros (Juego de Tronos). Me he informado bastante bien sobre todo ese nuevo mundo, sus casas, sus héroes, sus enfrentamientos, su geografía, sus batallas, etc. a pesar de no haberme leído sus voluminosos tomos. Sé que no voy a ser el primero en realizar un juego basado en ese mundo, los hay a patadas, pero todos ellos son de rol y aquí es donde mi juego de mesa tiene su ventaja.
A pesar de no pertenecer al rol mi juego contiene muchísimas tarjetas con acontecimientos, accidentes y historietas que lo hacen muy complicado. Imaginaros que se usan muchos dados con diferentes números de caras, he tenido que hacer manualmente los peones usando madera e impresiones diminutas, el tablero principal es enorme y la cantidad de cartas a usar también es grande, aunque esto último suele ser habitual en mis juegos.
Espero tenerlo listo para estas navidades, aunque no es seguro. El juego ya tiene nombre: Poniente. No he querido poner un título más largo porque hay muchos juegos de mesa usando las palabras Westeros o Poniente (significa lo mismo) y he pensado en algo simple porque el juego, dentro de su complejidad, es simple.