lunes, 22 de diciembre de 2008

Valoración del 2008

Se acaba el 2008, año bisiesto y año de olimpiadas. Ha sido un año en que no podré quejarme a nivel laboral y personal, puesto que he estado trabajando en la misma empresa y no he faltado ningún día, por lo que se puede decir que en salud muy bien, y la salud de mi familia también; una vez dicho todo esto nos sirve para valorar positivamente este año.

Si analizamos más detenidamente el año... tendremos más puntos a resaltar:

Sigo trabajando en el mismo sitio, aunque de lunes a viernes y combinando horario matinal con horario de tarde. Durante un mes puedo ir de cine cualquier tarde y al otro mes puedo salir de marcha todas las noches. Por fin tengo los fines de semana libres al 100%, algo que deseaba en años anteriores, pero que de poco me ha servido ante la desaparición de un buen amigo; precisamente este hecho es el único detalle negativo de este año. Cuando digo desaparición no penséis en algo trágico, simplemente es que después de casi 20 años la amistad se ha transformado en cibernética y ya no nos vemos en persona.

En viajes ha sido un año de baloncesto (Torino y Valencia), fiesta (Madrid, Ávila, Carcassonne...) y compras compulsivas (Nueva York). En gadgets... un año caracterizado intensamente por el Iphone, por el nuevo portátil HP y por la llegada de los miniportátiles.

En el 2009 tendremos más, mucho más. Se preveen novedades a nivel laboral, en viajes tenemos la supersalida a Japón y la Copa del Rey de baloncesto en Madrid... FELIZ AÑO 2009

martes, 9 de diciembre de 2008

Carcassonne y el cassolet


Este lunes hemos hecho una excursión a la cité de Carcassonne, una ciudad que ya conocía de anteriores ocasiones, aunque esta vez no sería en verano. Lógicamente la ciudad no había cambiado mucho desde entonces; si pensamos que tiene 26 siglos de antiguedad unos cuantos años no significan mucho. El circuito por el castillo ha sido modificado, reduciéndose en su extensión la parte guiada a cambio de darnos comentarios mucho más detallados. Estuvimos hora y media antes de comer visitando el castillo y una hora más después de la comida.

Toda la ciudad estaba plagada de turistas catalanes, algo esperado y lógico en un día festivo. Para comer... el clásico cassolet estaba presente en todos los restaurantes. Un día de muchos kilómetros (600 en total) y mucha cultura :) Las fotos próximamente...

jueves, 4 de diciembre de 2008

Al final he caido


Durante las vacaciones en Nueva York no paré de toquetear miniordenadores portátiles, tan de modo actualmente. Los modelos eran muy parecidos a los de aquí y los precios no eran tan atractivos como para tener el handicap de un teclado sin caracteres catalanes. El que más me gustaba era un Fujitsu de 5,6" con pantalla táctil que era una cucada, pero el precio lo convertía en un capricho nada rentable (de 800 a 1100 dólares según configuración). Al regresar a Barcelona las coincidencias hicieron que siguiera viendo portátiles, pero seguía sin dar el paso siguiente, más que nada porque ninguno de los modelos me convencía. Que si la batería es floja, que si pesa demasiado, que si tiene poca memoria, que si es grande...

Pero navegando un día llegué hasta una página web donde vendían el Asus 901 con Linux y a un precio más que sugerente. Dí el siguiente paso y en menos de 24 horas ya tenía mi nuevo amigo en mi habitación. Tiene un micro Atom a 1,6 (lo stándard), memoria de 1Gb y dos discos duros sólidos (4 y 16Gb). Lleva el wifi y bluetooth, pantalla de 8,9" y resolución de 1024x600 en una Intel 965 sencillita. Hasta aquí todo bien, pero lo mejor viene ahora en forma de tres puntos:
1. El peso de de 1 kilo.
2. El volumen es realmente pequeño. Casi tres veces menos que mi portátil habitual. Es como llevar un libro.
3. La batería es extraordinaria, no solamente por sus seis celdas, sino que gracias a los discos duros SDD y a la configuración en general del equipo, consigue suministrar a mi portátil de 5 horas reales sin reducir brillo en la pantalla o reducir la velocidad del microprocesador.

El único problema me vino a la hora de decidir por el sistema operativo. Venía con un linux sencillito (sin terminal) pero muy efectivo y superrápido a la hora de ejecutar las aplicaciones. Instalé el XP en la unidad D (16GB) pero este disco duro es extremadamente lento, con lo que el funcionamiento era horrible. Luego quise instalar el Leopard, pero fracasé por problemas de tarjeta gráfica. Por último intenté instalar el XP en la unidad C y pasar la memoria virtual y programas a la D. El resultado fue satisfactorio, y ahora mismo mi ordenador funciona a las mil maravillas y no he tenido que prescindir de ningún software.