martes, 6 de febrero de 2018

Los discos sólidos (SSD)

Los discos sólidos llevan bastantes años entre nosotros, empezaron como un artículo muy sibarita por sus elevados precios y por sus capacidades bajas. Poco a poco formaron parte en todas las configuraciones de portátiles y más tarde en equipos de sobremesa, y realmente hoy en día se han vuelto totalmente indispensables. 

Durante 20 años hemos ido avanzando en nuestros ordenadores aumentando poco a poco el tamaño en nuestros discos duros, teniendo en cuenta únicamente que cada vez disponíamos de más y más megas, pero el disco duro sólido (SSD) nos trae además un acceso a un velocidad tan rápida que el sistema mejora de manera espectacular. ¿Porqué?  pues por el tipo de memoria caché y cómo el sistema operativo "roba" espacio en el disco duro para ser usada como memoria de procesamiento. Windows y otros sistemas operativos transforman una gran parte del disco duro para ser usada y mejorar el cálculo, si este disco duro es 10 veces más rápido esto se transforma en que el sistema operativo irá 10 veces más rápido, sin aumentar la RAM ni cambiar el coprocesador, y para colmo hoy en día por un precio muy asequible.

Cuando adquirí mi portátil Surface con su disco duro sólido la velocidad era de espanto, el sistema operativo se inicia en escasos 4 segundos !!  pero claro, uno piensa que también puede ser debido al coprocesador i7, a la memoria RAM, etc.  Más tarde cambié mi viejo disco duro de arranque principal en mi equipo de sobremesa por un SSD de 250Gb y....  milagro, el equipo ha cambiado y se convirtió en un Mazinger Z supervitaminado.  Por último he hecho la misma operación en mi "casi" obsoleto Macbook Pro de finales del 2008, un portátil precioso en belleza pero que se había quedado atrás en agilidad.  He adquirido un SSD de 480Gb por 90€ y... supermilagro!!!   De tardar 2,5 minutos en arrancar he pasado a 23 segundos, cualquier orden y función que le pide ahora es ágil, da la sensación de que el equipo es otro, un ordenador totalmente nuevo y muy operativo.

No es necesario adquirir un SSD caro y de grandes capacidades, únicamente tener un disco duro sólido para arrancar el equipo, luego podéis seguir usando los viejos discos duros para acumular pelis, juegos o datos.  La excusa del dinero ya no existe, hay SSD por menos de 40€ y se instalan tan fácilmente como un disco duro tradicional.