miércoles, 11 de diciembre de 2013

A la 17 es la vencida











Seguro que todos los que estáis leyendo este blog habéis pasado por unos cuantos teléfonos móviles y/o smartphones. Hace más de 20 años que esos aparatos se colaron en nuestros bolsillos y bolsos y siguen igual o más presentes en nuestras vidas. Si antes usábamos el móvil para llamar y para emergencias, ahora el móvil es casi exclusivamente para whatsapear, para ver el tiempo, como agenda, para ver la televisión, para jugar y un largo etcétera. Generalmente, cuando adquirimos un teléfono pensamos que ese aparato nos acompañará durante muuuucho tiempo, desconocemos cuando aparecerá otro que nos haga sentir insatisfechos con el nuestro, o bien puede suceder un accidente y tengamos que cambiarlo por necesidades imperiosas. En mi caso la situación es más peculiar, como buen friqui y vicioso de la tecnología, suelo exigir bastante todo aquello que uso, y en un teléfono más. Con cada móvil la sensación de satisfacción ha sido diferente, he necesitado pasar por 17 aparatos hasta poder llegar a afirmar que mi satisfacción es plena.

Mi primer móvil fue el Alcatel One Touch Pocket. Realmente era el móvil "de la familia", uno para todos, aunque fui yo quien le dio mayor uso. Muy estético en su época, buen acabado, aunque técnicamente y en pantalla era superado por los Erikson y Nokia de la época. Nada de juegos ni aplicaciones fuera de un reloj.

Mi segundo y tercer móvil fue el mismo: El Samsung 600, un pequeño dispositivo con tapa que era una auténtica "monada". Simple pero estéticamente muy bonito y práctico por su tamaño. Técnicamente ofrecía lo que la mayoría de móviles de la época, sin juegos ni aplicaciones.

El Nokia 9110 Communicator era el más bello zapatófono que ha existido. De tamaño enorme y desproporcionado pero con una calidad exquisita. Un teclado comodísimo, pantalla exterior e interna, aplicaciones útiles ofimáticas, cerca de 100 juegos, posibilidad de bajarse cosas e instalarlas, navegador de internet, correo electrónico, modem...  Un gran teléfono en todos los sentidos, los problemas estaban en su volumen, su peso, su pantalla monocroma y su sonido de baja calidad.

Siguiente móvil, mi primer Nokia, el 8310. Era el de tamaño más reducido, con unas carcasas muy llamativas, pero con el mismo mecanismo Nokia de los últimos años, nada nuevo para ese momento. Como juego, el típico cienpiés, un cronómetro y poco más. Eso sí, ya existían programas para sincronizarse con un PC.

El Nokia 7210 vuelve al diseño del 8310 pero es el primer móvil con pantalla en color, por lo demás más de lo mismo: mismo juego, mismo sistema operativo simple y limitado de Nokia. Y por fin llegamos a un móvil que marca un antes y un después: el Nokia 3650, con nuevo sistema operativo: Symbian.  Por primera vez podemos instalar aquellas aplicaciones y/o juegos que nos guste y no con lo que venga de serie el móvil. Se puede navegar por internet y personalizar al máximo todo su contenido.

Con el Sendo X seguimos con el Symbian pero esta vez se mejora el sonido, llegando por fin al Stereo, y con ello el móvil sustituye a los reproductores mp3.  Con el Nokia 6320 combina el Stereo con un tamaño reducido, una gran batería pero con una pantalla muy reducida. Con el Nokia 6380 llegamos al sumum del Symbian, un móvil con más memoria, más pantalla y más calidad en general, pero más de lo mismo.

HP 514 fue un gran móvil que también marcó una época, incorporaba Wifi, messenger y la navegación por internet era más cómoda. Tenía un tamaño reducido pero grandes prestaciones. El sistema operativo usado era Windows Mobile.

Y por fin llegamos a la era de los smartphones, y por la puerta grande, con el Iphone 2, un móvil con sistema operativo IOS, pantalla táctil, con una calidad y unas prestaciones que prácticamente no ha cambiado hasta los móviles de la actualidad.  Gran calidad de sonido, de pantalla, de agilidad... aspectos negativos en su limitada memoria (8Gb) en caso de usarse como reproductor multimedia, un gran teléfono que únicamente podía ser superado por su próxima generación, el Iphone 3GS y posteriormente el 4S.  Entre medio tuve el Sony W880i para ser usado únicamente durante el mes que estuve en Japón y solamente por el hecho de usar la banda 3G, este móvil ha sido y es el más pequeño en tamaño, peso y volumen, muy correcto en multimedia pero con un teclado incómodo.

La primera incursión en Android fue con el Samsung Galaxy III, un terrible error y la única vez que me he arrepentido en la adquisi´ción de un móvil. Alabado por la prensa, me engañaron. Un móvil con multitud de problemas técnicos (reinicios aleatorios, muerte súbita, problemas de desconexión en el bluetooth, velocidad lentísima en refresco de pantalla, en agilidad, en descargas....). Podría estar horas hablando negativamente de este móvil, pero por suerte, y con el número 17 en orden, llegó el LG G Pro, un móvil también con Android pero que no da ningún problema, que supera al Iphone en todos los aspectos y esto ya es todo un logro. Ahora mismo, además de un teléfono, uso el móvil como un verdadero microordenador, para navegar cómodamente, para leer todo tipo de lecturas (5,5 pulgadas), para usarlo como reproductor multimedia portátil (80Gb), para ser usado en monitores con hdmi, para no necesitar cables para recargarlo y sin necesidad de estar sincronizando con un Itunes constantemente, sin parones, con la mejor reacción que he tenido en pantalla, con la mayor velocidad en descargar e instalar aplicaciones, etc etc.  Además, este móvil ha tenido la "suerte" de aparecer en un momento en que todas las miradas comerciales han ido hacia el LG G2 y ha pasado bastante desapercibido, con lo que es más placentero ir en el metro con él y ver que los de al lado tuyo no usan el mismo móvil. El LG G Pro apareció en Corea en marzo de este año, pero ha tardado medio año en llegar a Europa, a la vez que el LG G2, que no es su hermano mayor, algo que la mayoría ha confundido. Espero no tener que llegar hasta el siguiente número primo para estar tan satisfecho de mi móvil como estoy ahora.







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