Si hace unos días amplié mis ordenadores colocándoles el doble de memoria, lo siguiente ha sido darles más potencia via software, o sea, con sistemas operativos más recientes. El PC mejoró ostensiblemente pasando de 32 a 64 bits pero sin salir del Windows 7, aunque eso sí, con la última versión SP1. Este fin de semana le ha tocado el turno a los Mac.
El nuevo sistema operativo Lion ha llegado. Tras el primero que tuve (Tiger) he visto pasar al Leopard y al Snow Leopard. Finalmente ha llegado el Lion, con muy pocos cambios pero algunos totalmente necesarios, sobretodo si uno tiene dispositivos de Apple.
Los cambios más significativos vienen por el olvido total del software basado en IBM o PowerPC, ahora la plataforma es Intel 100%. Ahora acepta muchos más trazos con los dedos (siempre que uno posea un touchpad o un magic mouse). Estos trazos son cómodos en mi touchpad Apple pero... me gustaría saber cómo coño usarlos en el magic mouse, puesto que algunos de ellos se necesitan 4 dedos moviéndose a la vez. Otro cambio significativo es el nuevo diseño del programa Mail, su nuevo look asusta al principio. También hay cambios leves en los diseños de fuentes del sistema y colores utilizados en los menús. Ha aparecido el Mission Control, un gestor de tareas muy eficaz y cómodo, y también el LaunchPad, una especie de lanzador de aplicaciones, muy bonito visualmente pero desconozco si llegaré a usarlo regularmente.
Lion se ha instalado en mi MiniMac y en mi Macbook Pro en cuestión de 30 minutos aproximadamente, de una manera muy transparente y sin molestas preguntas o paradas para preguntarte opciones, muy del estilo Apple. Con nuestros sistemas operativos, plenamente a 64 bits, y con la máxima memoria posible, ya estamos preparados para aguantar hasta el próximo felino y hasta la próxima ventana, seguramente éso sucederá a finales del 2012... si es que el fin del mundo no llega antes...
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