lunes, 5 de marzo de 2012

Convertir antes de morir

Antes de 1984 tuvimos nuestro primer videograbador en casa, lo recuerdo porque las Olimpiadas de Los Ángeles fue el primer evento deportivo importante que grabé para la posteridad. Han pasado como 28 años desde entonces, casi tres décadas de grabaciones analógicas. Las películas y series grabadas hoy en día las encuentras con la misma calidad o mejor en formato digital o incluso se pueden ver en streaming. Pero... ¿Qué sucede con todas esas grabaciones caseras? En 1991 tuve mi primera cámara de vídeo, una canon A10 que destacaba por tu pequeño tamaño. Años después de la robaron en mi propia casa y fue sustituida por una Sony Handicap Hi8 de mayor calidad. Todas esas grabaciones quedaron almacenadas en vídeos con formato VHS y su final parece estar cerca. Nadie usa ya estos reproductores, y la conversión a digital es más que necesaria si no quiero perder ese recuerdo. Hace bastantes años convertí a digital mis vacaciones en Estados Unidos del año 98, y también las de Egipto en 2001, pero nada más. Lo hice utilizando unas tarjetas digitatlizadoras PCI que ahora no crea que pudiera usarlas en un ordenador de otra generación y bajo un sistema operativo tan diferente. Así que... he adquirido una sencilla capturadora USB de señales VHS y SVHS (24€ en dealextreme.com) y usando mi Macbook estoy reconvirtiendo satisfactoriamente todas mis grabaciones caseras.

El proceso es sencillo pero largo. El primer día se hizo complicado, no me fue fácil encontrar un euroconector de salida (out) para conectarlo con los cables de la capturadora. Finalmente utilicé un hub de euroconectores como puente intermedio. La capturadora graba en formato MOV los vídeos con un problema bastante gordo en espacio de disco duro. Un vídeo de una hora puede ocupar en el disco duro la friolera capacidad de 200 gigabytes, casi nada. Así que luego toca comprimir esos ficheros. Lo estoy haciendo utilizando el programa gratuito para Mac, Kigo Video Converter.  Los ficheros resultantes son en formato MP4, con la misma resolución original pero en un espacio más lógico. Esos 200 gigabytes se reducen a 300Megabytes.

Sé que el proceso será largo, hay muchísimas horas de salidas, vacaciones, celebraciones y momentos que uno no quiere ver eliminados de su vida. Es una buena manera de aprovechar el tiempo libre.

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