lunes, 5 de junio de 2017

¿Renovación necesaria?

Desde 1990 aproximadamente se han ido sucediendo los momentos en que nuestro hardware se encontraba obsoleto o bien había fallecido en circunstancias anómalas o naturales. Recuerdo el paso del Amiga 500 al  primer PC 486, la llegada del Pentium y poco a poco ir avanzando hasta el i5 más que decente que me ha acompañado en los últimos 6 años aproximadamente. Hace unos diez días mi ordenador principal de batalla agonizó dando síntomas de problemas en el coprocesador. Era una muerte anunciada, no solo por el tiempo transcurrido,  ya tenía en mente realizar cambios para mejorar la velocidad y agilidad del equipo, desde que poseo la Surface Pro las comparaciones eran odiosas, mientras uno arrancaba el sistema operativo en 6 segundos, mi equipo necesitaba de más de 6 minutos.

Como sucede siempre, cambiar el microprocesador implica cambiar todo o casi todo el hardware.
Esta vez no he podido ni aprovechar mi última adquisición compuesta por un flamante módulo RAM de 16Gb.  Mi equipo anterior se defendía bastante bien en videojuegos gracias a su potente tarjeta gráfica, aunque ciertos juegos como el Forza Horizon 3 se resentía y daba microsaltos que entorpecía totalmente la sensación de velocidad.  Desde el milenio pasado que no adquiría un ordenador montado por otros, pero me encontré en una semana bastante atareado laboralmente y no me apetecía enfrascarme en un equipo nuevo desconociendo el panorama actual en placas base.  Mi nuevo equipo está compuesto por un coprocesador i7 7700K en una placa Asus de categoría media, 16Gb de Ram y lo mejor de todo... el sistema operativo en un disco duro SSD de 500Gb.  Una vez instalado todo el software necesario y tras pasar diez días, el sistema me arranca completamente en unos 5 segundos. Guau!!   En el momento de trabajar, abrir aplicaciones y el día a día no se nota tanto, pero en los juegos sí, y mucho. El Forza Horizon 3 va como una seda, y los juegos instalados en un disco duro externo también funcionan a las mil maravillas.  Eso si, en el momento de comprimir archivos m2ts a vulgares mkv, la velocidad es la misma que antes.   Mi gran tarjeta gráfica, en este nuevo equipo, está a la par que su hardware y se exprime completamente, imagino que antes era como tener a Cristiano Ronaldo jugando en el Sant Andreu.

No era necesario, pero también cambié de torre, una más cómoda con los botones y comandos en la parte superior y una compuerta magnética que tapa los cada vez menos usados lectores de Bluray/DVD.  Tras estos días de uso, he notado mucho la disminución del ruido ambiente, todo es más silencioso, y también ahora apago el ordenador cuando no lo uso, no me da pereza volverlo a encender en un rato porqué sé que es casi inmediato.   Esperemos que se pueda amortizar este equipo bastantes años y que se adapte bien a las nuevas tecnologías que están por venir, en especial estoy pensando en las más que posibles gafas RV-Holográficas.  

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