Desde que la informática pasó a ser popular los numerosos medios de comunicación (revistas especializadas, webs y blogs) han utilizado las comparaciones para poner en jaque a dos productos del mismo segmento y así que cada lector pudiera sacar sus conclusiones de lo que le interesa adquirir. Y ya desde entonces muchas de esas comparaciones han sido verdaderamente absurdas. Por ejemplo, comparar cualquier equipo Mac con otro PC, que si uno es más rápido, que si el otro es más compatible... pero vamos a ver... ¿porqué el interés de tratar al lector de imbécil? ¿Acaso existen las comparaciones entre sandías y melocotones? Cuando se hacen comparaciones éstas deben de competir en el mismo terreno, no puedes organizar un partido de tenis en que Rafa Nadal juegue en una pista de tierra y Federer en una de cemento. Pues bien, en informático sucede lo mismo. Si el Mac correr bajo un sistema operativo totalmente diferente al de un PC... las comparaciones son absurdas e ineficaces. Se puede comparar el hardware, pero jamás el rendimiento o funcionamiento de ese equipo.
Pues bien, esta introducción me sirve para explicar mi caso más actual sobre las comparaciones de móviles. Todos habremos visto tablas comparativas entre smartphones y casi siempre aparece en una de las columnas el iphone 5. Por Dios!!! es de gilipollas mezclar terminales con IOS como sistema operativo junto a otros que sean Android !! Aunque los coprocesadores y la memoria de un iphone sean 3 veces inferiores a las de un android, éste resultará siempre más ágil en los programas y el resultado será mucho más optimo, pero ello es debido al sistema operativo, no a las piezas que componen el teléfono.
Ahora está muy de moda la marca Samsung... líder en ventas de android, con sus buques insignia de Galaxy SIII y SIV. En muchos sitios habréis leido que son terminales fantásticos en rendimiento, prestaciones... siempre en lo más alto en todas las comparaciones. De nuevo nos tratan de imbéciles... estas comparaciones hablan de números, que si los megaherzios, que si la ram, que si la caché.... pero luego, cuando te vas a Youtube y encuentras algún video donde verdaderamente se hacen comparaciones entre smarphones... resulta que la cosa cambia, y cambia mucho. Os explico mi última experiencia: como he adquirido recientemente un LG Optimus G Pro, he buscado mucha información al respecto y me he encontrado con varias comparaciones entre mi teléfono y el Samsung Galaxy SIV. He de anotar que mi experiencia con el SIII en el último año y medio ha sido sencillamente desastrosa, un terminal muy sobrevalorado con una agilidad nefasta para lo que prometían. Pues bien, en esas comparaciones el Galaxy SIV ganaba en casi todos los aspectos técnicos: mayor velocidad de coprocesador, más memoria Ram.... pero luego, al ver un video muy interesante en que se ejecutaban las mismas aplicaciones y juegos en los dos smarphones a la vez el resultado era totalmente opuesto, el LG lo hacía todo más ágil y rápido. No me ha sorprendido el video, lo mismo sucedía con el SIII y otros móviles similares de la competencia. ¿Qué coño hace Samsung con sus terminales para que sean tan poco ágiles si van equipados con lo último en componentes?
Esta última semana he estado haciendo un minitrabajo de campo preguntando a amigos/as sobre los fallos puntuales que han podido tener con sus smartphones de alta gama. Aquellos que poseen terminales "No Samsung" han hecho grandes esfuerzos en su memoria para recordar la última vez que su terminal tuvo que ser reiniciado por algún cuelgue, mientras que los que poseen algún Galaxy SII, SIII o SIV éstos reinicios forman parte del uso habitual de su teléfono.
Tras cinco días de uso de mi nuevo LG, las conclusiones me han sorprendido agradablemente: exageradamente mayor autonomía en la batería que antes, ni un solo cuelgue, velocidad al abrir y cerrar aplicaciones que incluso supera al iphone, etc etc. Al principio pensaba que era un privilegio el haber adquirido este móvil en cuestión, pero tras mi pequeña investigación puedo asegurar que no, que a igual que yo muchos otros están felices con sus móviles Android, aquellos que no escogieron Samsung.
Ahora está muy de moda la marca Samsung... líder en ventas de android, con sus buques insignia de Galaxy SIII y SIV. En muchos sitios habréis leido que son terminales fantásticos en rendimiento, prestaciones... siempre en lo más alto en todas las comparaciones. De nuevo nos tratan de imbéciles... estas comparaciones hablan de números, que si los megaherzios, que si la ram, que si la caché.... pero luego, cuando te vas a Youtube y encuentras algún video donde verdaderamente se hacen comparaciones entre smarphones... resulta que la cosa cambia, y cambia mucho. Os explico mi última experiencia: como he adquirido recientemente un LG Optimus G Pro, he buscado mucha información al respecto y me he encontrado con varias comparaciones entre mi teléfono y el Samsung Galaxy SIV. He de anotar que mi experiencia con el SIII en el último año y medio ha sido sencillamente desastrosa, un terminal muy sobrevalorado con una agilidad nefasta para lo que prometían. Pues bien, en esas comparaciones el Galaxy SIV ganaba en casi todos los aspectos técnicos: mayor velocidad de coprocesador, más memoria Ram.... pero luego, al ver un video muy interesante en que se ejecutaban las mismas aplicaciones y juegos en los dos smarphones a la vez el resultado era totalmente opuesto, el LG lo hacía todo más ágil y rápido. No me ha sorprendido el video, lo mismo sucedía con el SIII y otros móviles similares de la competencia. ¿Qué coño hace Samsung con sus terminales para que sean tan poco ágiles si van equipados con lo último en componentes?
Esta última semana he estado haciendo un minitrabajo de campo preguntando a amigos/as sobre los fallos puntuales que han podido tener con sus smartphones de alta gama. Aquellos que poseen terminales "No Samsung" han hecho grandes esfuerzos en su memoria para recordar la última vez que su terminal tuvo que ser reiniciado por algún cuelgue, mientras que los que poseen algún Galaxy SII, SIII o SIV éstos reinicios forman parte del uso habitual de su teléfono.
Tras cinco días de uso de mi nuevo LG, las conclusiones me han sorprendido agradablemente: exageradamente mayor autonomía en la batería que antes, ni un solo cuelgue, velocidad al abrir y cerrar aplicaciones que incluso supera al iphone, etc etc. Al principio pensaba que era un privilegio el haber adquirido este móvil en cuestión, pero tras mi pequeña investigación puedo asegurar que no, que a igual que yo muchos otros están felices con sus móviles Android, aquellos que no escogieron Samsung.
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